Creo que en este libro he encontrado un reflejo de nuestra sociedad y quizás de nuestros miedos. Puede que la acción no haya sido lo más importante de este libro, pero su moraleja vibra por encima del título de best-seller.
Sinopsis:
Lena y Hana viviendo o intentando sobrevivir a su propio cachito de mundo. Viven en mundos separados pero que un un momento chocarán. La Resistencia no es lo que parecía pero aún así sigue avanzado hacía lo inevitable, hacía lo que todos querían ser libres. Los curados no se quedan atrás y no quieren ver su paraíso particular y singular en peligro.
Opinión:
Acabo de leer el libro y ha parecido que no ha acabado. Voy a empezar con las cosas buenas, las cosas sobre las que podido reflexionar sobre este libro. Y sí es un best-seller y sí es una saga juvenil pero con un mensaje muy fuerte, puede que quizás cansando. La sociedad en la que vivimos, la sociedad perfecta en la que vivimos, donde supuestamente somos libres, pero donde más que nunca la gente se suicidad, hace atrocidades por el amor al dinero y donde ver a los que nos rodean morir de hambre o desmayarse sin percatarnos, sin hacer nada, sin cambiar una sola cosa. Pero creo que allí está la cosa, en la resistencia, en el libro, hay decadencia también, hay gente muerta de hambre que se ha abandonado a los instintos animales que todos tenemos, que son la otra parte de la llamada perfección del ser humano. Lena se da cuenta que su mundo no es tan perfecto, que las promesas de la cura son más bien vagas, que casarse con el próximo alcalde de Portland no es tan maravilloso como pensaba. Descubrimos a una Lena mezquina, un Lena celosa, una chica que a pesar de la cura no ha dejado de ser quien es, y quizás el hecho de que carezca de esos sentimientos que nos hacen humanos la han convertido en algo mucho peor de lo que era.
"Derribar las murallas. Eso es después de todo, la razón principal. No sabes lo que pasará si derribas las murallas; no puedes ver lo que habrá al otro lado; no sabes si te va a traer libertad o la ruina, la resolución o el caos. Puede ser el paraíso o la destrucción. Derribar las las murallas. De otra forma tienes que vivir pegado, en miedo, construyendo barricadas contra lo desconocido, orando contra la oscuridad, diciendo versos de terror y tensión. De otra forma nunca conocerás el infierno, pero tampoco encontrarás el cielo, no sabrás lo que es el aire fresco y los que es volar."
Por el otro lado, Lena también está medio perdida entre Julian y Álex, celosa por culpa de una nueva chica que ha llegado a su grupo Coral, la que se ha hecho amiga de Álex. Lena está perdida, no ve el ideal que estaba buscando al entrar en la Tierra salvaje, pero encontrarse con su madre, convertirse ella misma en más salvaje que nunca y luchar por ser quien esperaba ser, la reconforta.
Como termina el libro, como la propia Lena se pone manos a la obra y empieza a derribar el muro que separan ambos mundos, como insta a la gente a atreverse a derribar los muros, me ha dejado con la idea de que por muy grande y sólido que sea un muro si muchas manos se ponen de acuerdo con una maza o un martillo en la mano, podrán derribarlo. Si una persona quiere cambiar el mundo no podrá, pero si hay más gente que se junta y esa gente convence a más gente podrán lograr cosas inimaginables. Esos es la realidad, es verdad, pero no queremos verlo.
La cura de hoy en día es la sociedad de masa, es la televisión, el propio Internet que en ver de ser una herramienta para la libertad es utilizado para difundir estupideces. Y los salvajes, los que ven un poco más allá son llamados conspiracionistas. Yo que quiero buscar cosas debajo de lo que nos venden recibo risas tontarronas por parte de los demás que me dicen que no me lo tome en serio, que no es para tanto, es solo una película, es solo una ley más, es solo algo más. Y me enfado pero callarme tampoco es la solución.
"Un verso antiguo, un verso prohibido de un texto que una vez Raven me enseñó me viene a la mente: El que salta podrá caer, pero también podrá volar."
Este libro no me ha enseñado nada nuevo, pero si me ha recordado como me siento muchas veces en el mundo en el que vivimos. Y me he sentido más de una vez identificada con las cosas que la autora cuenta. Hace poco he leído un par de cuentos filosóficos, y la exageración y la ironía estaban en ellos para dejar ver la realidad de la sociedad de la época en la que el escritor había escrito aquello. Delirium es una exageración de la sociedad de hoy, y imparte unos valores mucho más bonitos que Los Juegos del hambre, o Divergente, donde solo lo individual importa, no toda la sociedad, no trabajar en equipo, o darle una oportunidad al otro a pesar de haber hecho mal. Darle una oportunidad porque tu eres diferente.
Y ahora entrando en la novela más bien analizándola desde un punto de vista de estructura creo que la parte de Hana ha sido la más aburrida de la novela. No había nada demasiado intrigante, quizás también la parte de la cura, de la indiferencia se haya visto reflejada en las pocas ganas que he tenido al leer esos capítulos, y puede que quizás por eso la autora ha hecho más largos los capítulos de Lena.
La parte de Lena se me ha hecho muy larga también, un rodeo muy grande han hecho para llegar hasta Portland, quizás necesario para la historia, pero un poco largo y tediosos a veces.
Una parte que quizás querréis saber es que este ultimo libro no trata de amor, no como el primero o quizás el segundo, si no más bien de las dos chicas, de Lena y Hana, de descubrir quienes son en realidad.
Lena se vuelve feroz, como la Tierra salvaje misma, pero no deja de ser la chica que ha sido, una chica que ha perdido a su madre de pequeña, y que no se ha sentido querida desde pequeña. Que solo ahora de mayor ha podido hablar y charlar con su madre. Hay cosas que no nos planteamos pero si un niño de pequeño no se siente querido por sus padres se quedará por toda su vida marcado. Sin amor estaríamos perdidos, y ahora mismo lo vemos, porque el amor que hay en la sociedad es egoísta, busca lo suyo, su propio beneficio, es el otro el que tiene que dar amor y nosotros recibir, y no al revés.
Y esto me hace sonreís porque me da la oportunidad de hablar del amor de verdad, el amor que he sentido y siento al pensar en Jesús, en Dios, que a pesar lo insignificantes que somos, importamos, a Él le importamos, el nos quiere, y eso es lo que me mantiene en pie la mayoría de las veces. Hoy en día es tan, pero tan difícil encontrar amor del bueno, del verdadero, que me siento afortunada de poder conocer el amor de Dios.
Eso es lo que le libro me ha dejado consigo, son más bien pensamientos, quizás esto no sea la reseña que esperabas, son más bien los pensamientos derivados de la novela, pero los tenía que decir.
Le doy a la novela un 7 y a la saga en total un 8.
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