La comunicación se
puede dar de muchas formas, a veces solo tienes que escuchar, que sentir. Tocar
el suelo con los pies descalzos deja marcas en mis suelas, pero no es
desagradable, me he hecho con el dolor, ahora disfruto de la comunicación. Hay
una conexión entre mi cuerpo y las cosas que me rodean y eso nadie puede negarlo,
es algo increíble. Hay dos emisores y dos receptores de un solo mensaje, el que
está impregnado en nuestras células, ya sean estas células vivas o no.
Una vez que mi uña
roza el espejo adopta su textura, siento como mis células son invadidas por el
cristal, su complejidad de sorprende, tengo más en común de lo que me esperaba
con él. Inconscientemente me dejo llevar por la sensación de placer y dolor que
recorren mi cuerpo, mis dos manos están al límite del cristal, y es entonces
cuando siento el click, hasta ahora
yo era un invitado para el espejo pero ya no lo soy, el mensaje se ha roto,
porque el canal ha dejado de ser estable. Mi sustancia hace cambiar la del
espejo y ningún anfitrión le gusta que su huésped le rompa la casa.
Retiro las manos
con suavidad para no romper el cristal y poco a poco la sangre vuelve a fluir
de la misma forma hacia mi corazón. De repente me siento sola, perdida. Si
podría explicártelo mejor, si supiera las palabras… si ellas fueran suficientes
para describir lo que no se puede describir, me entenderías, ellos me
entenderían, pero no sé como, no hay forma de contar la verdad sin ser
adulterada por nuestra limitada razón.
¡Qué coño!
Ups, creo que he
dejado una marca en el cristal; sí el hombrecillo de detrás del espejo falso ha
encendido la luz y ahora puedo ver a través del cristal, justo en el hueco
donde puse antes las manos. ¿Cómo le puedes pedir perdón a un espejo? Supongo
que no puedes, no después de arruinarlo.
¿Qué has hecho?
Me mira ceñudo,
tiene la cejas bastante gruesas y una mata de pelo muy extraña, como
amarillenta. Los ojos, son diferentes a los míos, desde aquí parecen más
redondos. Me acercó al espejo,
-Que pelo más raro tienes…
Vale Jake no te preocupes, la loca solo
puede verte.
-En realidad no, te oigo también, y como me
llames otra vez loca, atravieso el espejo y te lo comes.
¡No! ¡No puedes hacer eso!
Oh, mierda tiene
razón, es decir, no sé porque le he hablado de esa forma, pero no es muy amable
llamar a una persona loca solo porque pueda meter las manos en un espejo…
Muy bien, ahora lo suyo sería volver a la
cama, vale, y esperar… este… un par de horitas más y luego le preguntas al psiquiatra
todo lo que quieras.
-Oye, pero, ¿tú de que vas tío? ¡Qué no estoy
loca!
¿Ah sí? ¿Entonces por qué te tienen encerrada
como si fueras una? ¿Y porqué coño puedes oírme?
-¿Por qué me estás gritando?
Joder, porque me has dado un susto de
muerte, y como me hagan pagar el cristal…
-Pues yo no tengo dinero, y tú eres el que se
ha quedado dormido en el trabajo.
Eso no es verdad.
-¡Te he oído roncar!
Yo no ronco, y no me has contestado, porqué
puedes oírme, estás es una habitación insonorizada.
-Eso a ti no te importa.
Claro que me importa.
-Mira, yo sé un secretito tuyo, tu sabes que
yo tengo un secretito, ¿por qué no hacemos como que no supiéramos de nuestros
secretitos?
Esta tía esta pirada.
Entrecierro los
ojos, y luego le doy la espalda y me voy hasta mi cama.
Lo siento, ¿vale?...por llamarte loca, soy
muy bocazas…a veces. Y acepto el trato, de verdad que necesito el trabajo.
Antes de meterme
en la cama me giro y le pregunto:
-¿Qué es joder?
Su cara no tiene
precio, claro que sé que significa joder,
es una palabra, fea, pero que describe otro tipo de comunicación, y ¿cómo sé yo
esto? Supongo que tendré que contártelo más adelante.
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