Autora: Kerstin Gier
Editorial: Montena
N.º de páginas: 496 pág.
Tapa dura: precio 17,95€
Sinopsis:
¿No podríamos seguir siendo amigos? Seguro que muere un hada cada vez que en algún lugar del mundo se pronuncia esta pregunta. Pero el perfectísimo Gideon de Villiers a qué Xemerius prefiere llamar "el innombrable" no tiene suficiente sensibilidad ni para pensar en las hadas ni para dejar de pisotear mi corazoncito. Si no fuera porque cuando le miro se me corta la respiración y me tiemblan las piernas, le hubiese soltado un bofetón que le habría mandado directo al siglo XIX sin necesidad de cronógrafo. Aunque, en lugar de hacer eso, solo le fulminé con la mirada y me alejé. Al fin y al cabo, éramos los últimos viajeros en el tiempo y en pocas horas saltaríamos juntos a 1782 con una misión a vida o muerte.
Opinión: (posibles spoilers)
Por fin ha llegado el último libro, el que cierra la trilogía y vaya cierre que nos ha dejado la autora. El libro es largo, como veréis, (496 pág.) y aunque la autora se enrolla como una persiana en cosas insignificantes. en el final del libro ha tenido un lapsus o algo así. ¡Es demasiado corto!
Toda la acción que esperaba que se concentrase en este libro, es muy poca, se resuelve en nada, y como dije en la segunda reseña, creo que a la autora se le ha ido un poco la historia de las manos por haberla hecho tan complicada.
Primero, la escusa de Gideon por no corresponder sus sentimientos es muy tonta. Y que ella lo perdone tan fácilmente también. Podría haberse hecho un poco la interesante. La forma en la que termina el baile de los padres de James, el fantasma que en ese siglo seguía vivo, es la que más me gustó de todo el libro. Aunque otra vez, me hubiese gustado un poco más de angustia, si se podría decir así.
No creo que el minué se baile tan juntitos pero mola el dibujo. |
El tira y afloja entre Gwen y Charlotte me ha gustado y también todo lo que Gwen hace para librarse y no ser descubierta...
La información que recibe de su abuelo no parece interesarle tanto a Gwen y como no su amiga le hace el trabajo y entre ella y Gideon descubren el secreto del secreto.
(Spoiler!!!)
Ahora bien, me ha sorprendido quién es en la realidad el Conde, pero en la forma en la que lo capturan me parece demasiado fácil. ¿No dice el propio Xemerius que el diablo es mas sabio por viejo que por sabio, o como sea el refrán? Pues bien, no fue muy digno de recordar como lo dejan K.O.
Cuando llega, sin embargo, Gideon a la habitación, allí si me quedé muy sorprendida, pero otra vez, muy corto!!!! ¿Si los polvitos no le funcionaron al Conde porque que le funcionaron a Gideon?
Otra incongruencia, si el fantasma desaparece, Gwen ya no lo hubiese visto, porque el presente cambiaría, y en la fiesta de los padres de James ella, no hubiese salido a buscarlo, y la acción no hubiese acabado así.
Además de eso, como acaba con ella en el instituto, no me ha gustado, se me ocurren formas mucho más bonitas de terminar esta saga, que en la forma en la que lo terminó la autora. Me pareció que se precipitó en acabar el final, y hubiese preferido no tanta chachara durante el libro si el final hubiese sido más desarrollado y con más acción y con las cosas mejor explicadas.
Acerca de la película, no sé como la van a seguir, porque la han complicado muchísimo, y nada de la segunda de esta parte sucede en ninguno de los libros.
Pero, en fin esa es mi opinión, ahora espero la vuestra.
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Sí, estoy de acuerdo contigo en esas incongruencias, como la del fantasma. ¿Ahora no debería existir su descendencia? Creo que las cosas del pasado no deberían poder cambiarse...
ResponderEliminarYa, yo creo que se le fue un poco la olla a la autora. Es como en la película El efecto mariposa, todo lo que hacía el protagonista influían en el futuro, y por mucho que el Conde lo controle todo muy bien, no termina de cuadrar la historia.
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