Título: Zafiro
Autora: Kerstin Gier
Editorial: Montena
N.º de Páginas: 384 pág.
Tapa dura: precio 17.95€
Sinopsis:
Todo había empezado con aquel beso. Gideon de Villiers me había besado a mi: Gwendolyn Sheperd. Naturalmente, debería haberme preguntado porqué se le había ocurrido aquella idea de una forma tan repentina y en unas circustancias tan extrañas escondidos en un confesionario y todavía sin aliento tras una persecución de película por medio Londres. Pero el hecho era que en aquel momento yo no pensaba absolutamente en nada, aparte quizá de que no quería que el beso acabara nunca. Por eso tampoco fui del todo consciente del tirón que sentí en el vientre ni me di cuenta de que entretanto habíamos vuelto a saltar en el tiempo.
Opinión:
La corta introducción de como ha acabado el primer libro en la sinopsis me lleva a contar un poco más, ya que no cuenta mucho. Después del beso en la iglesia, hay muchos más besos, pero la iglesia es importante porque allí, Xemerius una gárgola, se da cuenta de que Gwen puede verlo, y la persigue hasta que ella lo admite, porque según ella las gárgolas son muy pesadas, ni que lo digas pero son muy divertidas, y te dan otro enfoque de la historia.
A lo que me refiero es que la autora ha utilizado el fantasma de una gárgola para que espíe para Gwen y así nos enteremos de otras cosas que suceden en la historia. El tono de humor me ha encantado y Xemerius es uno de mis personajes favoritos.
Gwen está ya enamorada perdida de Gideon y debido a sus besos piensa que el también. Pero suceden cosas que les hace desconfiar uno del otro. Por fin Gwen puede hablar con su abuelo en el pasado y recibir unas pocas respuestas, lo hace a las espaldas de los Vigilantes y Gideon desconfía de ella porque sabe que hay algo que no está en regla.
Toda la información que introduce la autora, creo que en todos los libros, es muy difícil de llegarla a entender muy bien, y yo creo que quería que fuese como la sensación que está pasando Gwen que no se entera de nada. Pero creo que una historia con viajes en el tiempo, que a la vez es histórica, y moderna y de fantasía y romántica, es muy difícil de escribir.
El tono de la novela es muy graciosos con esta fue con la que más me he reído de todas.
Puede que Gwen como protagonista a veces sea demasiado boba, y que no presta atención a las cosas. No se me pareció muy descuidada y aunque sepa mentir muy bien me hubiese esperado una protagonista un poco más espabilada y no tan enamoradiza.
Pero enamoradiza o no es muy divertida borracha y celosa. Por petición expresa del Conde St. Germain van a una soirée, una velada, en el siglo XVIII. Para eso ella tiene que aprender a comportarse como una dama, y un profesor muy afeminado y Charlotte se tienen que encargar de enseñarla. Como no lo consigue, ella le pide ayuda a James el fantasma de su instituto y el con mucho gusto le enseña muchas cosas.
En la velada el ponche lleve mucho alcohol y bebe bastante para que no le tenga miedo al Conde, el resultado es un capítulo muy divertido.
Luego al final del libro tiene que volver a encontrarse con el Conde, pero eso tendréis que leerlo por vuestra cuenta porque si no ya revelo muchas cosas.
Por último añadir que me parece muy interesante la historia de Paul y Lucy, que la autora nos introduce desde la introducción y el epílogo, y me hubiese gustado que los desarrollara más como personajes.
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