lunes, 4 de marzo de 2013

Yo también estuve allí

      Yo también estuve allí y en otros muchos lugares. Estaba desconcertado, pero para comprenderlo tuve que pasar por varias etapas. 
       Al principio, estuve con María por mucho tiempo. Intenté serlo todo para ella, pero no fue suficiente. Así que llego Juan, después Lucas y Daniel. Juan no me gustó mucho y el sentimiento era mutuo. Aunque Lucas y Daniel me gutaban, tenían muy buen corazón, parecido al de María. 
        Me marché y he de deciros que fueron unos días extraños para mí. Me quede con una pareja porque María necesitaba vacaciones. Pero volvió y todo quedó en el olvido; estaba con Lucía. 
        Sin embargo, la felicidad se acabó. Creo que la enfadé con algo y esa fue la razón de que se marchase para siempre. Llegué a parar a la casa de Alin y su familia; me llevaron a una casa parecida a la de Lucía y ahora mi sitio está debajo de la mesa. Al principio no les entendía, así que agucé el oído y me adapté. No me malinterpretéis, pasé momentos muy buenos con ellos. Me llevaban más amenudo de paseo e incluso hacía viajes en coche, que, por cierto, eran muy divertidos. Pero presentía que no iba a ser para siempre. Y tenía razón. 
         Ahora estoy con una nueva familia: mi familia. Ellos ne han dado un jardín muy grande por el que correr todo lo que quiera. Y aún tengo el osito de Alín que muerdo cuando tengo estrés. Siento que ellos me quieren y que, por fin, he enocntrado mi hogar. No ha sido fácil, pero al menos no acabé en una perrera o abandonado. 
         Sé lo que se siente y esta vez intentaré ser mejor. 

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